El impacto inesperado de alejarme de Instagram y TikTok en mi carrera
Cómo la desconexión digital me llevó a nuevas oportunidades profesionales
Hace unos meses, finalmente hice algo que había estado posponiendo durante demasiado tiempo: me desconecté de Instagram y Tik Tok. La decisión surgió después de reflexionar sobre cómo estaba gastando mi tiempo y energía en línea. Me di cuenta de que gran parte de mi día se desperdiciaba en scrolling sin fin, consumiendo contenido que aportaba poco valor a mi vida o crecimiento profesional.
Dejar Instagram fue como quitarme un par de gafas de distorsión.
El Antes: Atrapada en la trampa de las redes sociales
Durante años, documenté mi vida —sus altibajos y todo lo demás— en Facebook, Instagram y X. Estas plataformas se convirtieron en mi principal modo de expresión, mi diario público y una forma de mantener a mis amigos actualizados. Al principio, Instagram se sentía como una forma divertida de almacenar recuerdos y mostrar mi identidad. Pero con el tiempo, las cosas cambiaron.
Me encontré:
Empezando cada día con un scroll por Instagram, atrapada por el FOMO (miedo a perderse algo).
Necesitando validar cada buena experiencia publicándola, como si no fuera real hasta que llegaran los likes.
Persiguiendo constantemente la validación externa.
Perdiendo horas atrapada entre TikTok e Instagram, incapaz de detener el scrolling sin sentido.
El Experimento: Desconexión y reinicio
Así que decidí alejarme de Instagram durante casi cuatro meses, y de TikTok por más de seis. Los resultados? Reveladores.
Dejé de compararme con los demás.
Comencé a disfrutar las experiencias sin necesidad de "probarlas" en redes sociales.
Mis relaciones personales mejoraron: contactaba directamente a mis amigos en lugar de asumir que conocía sus vidas a través de posts.
Obtuve una mejor comprensión de cómo estas plataformas manipulan nuestra atención y distorsionan nuestra percepción de la realidad.
Nuevo Enfoque Digital
En lugar de scrollear sin pensar, cambié mi enfoque a espacios digitales más significativos:
LinkedIn: Es básicamente un "Instagram para el trabajo", pero si lo curas bien, es una mina de oro de contenido útil. Gracias a LinkedIn, conseguí un nuevo trabajo después de mi fase de emprendimiento, sin conexiones previas en ese espacio.
X: Afiné mi feed para centrarme en la escena de San Francisco y cambié a publicar solo en inglés. En pocos meses, expandí mi conocimiento sobre IA, innovación, startups y recaudación de fondos. X incluso me llevó a aplicar a 500 Latam, YC Combinator y obtener feedback directo sobre cómo hacer crecer mi startup de salud.
Medium, Substack y Blogs: Sumergirme en historias de creación de productos y startups aquí ha sido invaluable. Estas plataformas no están construidas para volverse virales, por lo que el contenido suele ser más auténtico.
Podcasts: Mi nueva obsesión. Escuchar contenido profundo y enfocado se ha convertido en una de mis formas más confiables de aprender.
YouTube: Para profundizar en temas que me importan, sin el bucle de dopamina de Instagram o TikTok.
Hay toda una audiencia ahí fuera buscando valor: gente que está creando sin necesidad de transmitir constantemente sus ideas.
Aprendizajes Clave
El verdadero valor está en descubrir innovadores y creadores que resuelven problemas, no solo en producir contenido.
Es crucial escapar de la burbuja de confort digital que consume tiempo sin ofrecer resultados reales.
Somos seres globales: incluso en el mundo digital, podemos conectarnos más profundamente al sumergirnos en el entorno adecuado.
La privacidad es un privilegio, y las redes sociales monetizan el contenido gratuito que regalamos.
Hay poder en valorar tu vida privada y ser selectivo con lo que compartes.
El "marketing lento" y el "marketing sin redes sociales" son estrategias legítimas. Puedes construir y crecer sin gritar constantemente al vacío.
Una Experiencia Compartida
Freddy Vega, fundador de Platzi, compartió un experimento similar que me resonó:
"Me desconecté de las redes sociales durante 15 días... Una vez que la ansiedad de perderse algo se desvanece, tu mente se aclara y se instala una increíble sensación de calma... Leí mucho. Las redes sociales son un vampiro del tiempo de lectura. Los libros son el multiplicador más consistente de la capacidad humana."
Reflexiones Finales y el Camino por Delante
Este experimento me llevó a espacios donde el enfoque y las ideas importan más que las métricas de vanidad. Conectarme con el ecosistema de San Francisco me dio las herramientas y la perspectiva que necesitaba para avanzar en mi viaje profesional.
Ahora, cuando tomo una foto, pienso en imprimirla para mi casa, no en subirla a Instagram. He filtrado el ruido del contenido que no aportaba valor a mi vida y me he reconectado con la alegría de las relaciones reales y auténticas.
Las redes sociales no son inherentemente malas, pero he aprendido que se vuelven peligrosas cuando el consumo supera con creces a la creación y la acción. La clave está en el equilibrio: ser consciente de cómo estas plataformas afectan nuestra productividad y salud mental.
Para aquellos en "modo fundador" o serios sobre el crecimiento profesional, reducir el uso de las redes sociales tradicionales puede ser transformador. Si entender a tu audiencia es crítico, considera externalizar esa tarea o establecer bloques de tiempo específicos para consumir contenido como una tarea laboral, no como un hábito constante y sin sentido.
Desafío a todos a probar este experimento. Desconéctate de las redes sociales durante una semana o dos. Podrías descubrir una perspectiva completamente nueva sobre cómo la tecnología impacta tu vida. Al final del día, las conexiones reales y el crecimiento real ocurren fuera de línea.
Prefiero sólo substack+blog 😂
Tengo solo Instagram para proyectos, el personal lo borré hace dos años y debo decir que ya no sé quién era cuando lo tenía (hace 20 años uso redes sociales). Cero scroll, el Substack me cansa a la décima lectura en el feed, así que encontrar algunos post me parece una joyita de este algoritmo. Una empieza a valorar más las casualidades.